jueves, 24 de mayo de 2012

RELACIONES HISTÓRICAS ENTRE ESTADOS UNIDOS Y AMERICA LATINA


El término AMERICA LATINA “aparece en Francia con Napoleón III, vinculado al gran designio de ayudar a las naciones latinas de América a detener la expansión de los Estados Unidos”; pero cualquiera que hubiera sido el objetivo de su denominación, es preciso resaltar que se refiere a aquellos pueblos de habla hispana que surgieron luego del impacto del descubrimiento y conquista de América, y que van desde México hasta la Patagonia.

Al finalizar el siglo XIX, Estados Unidos entra en un período de afianzamiento de su poder nacional, gracias a su creciente proceso de industrialización y a la ejecución de una política exterior de dominación sobre los países de América latina; sobre esta parte del continente, despliega toda una estrategia EXPANSIONISTA como la compra, la ocupación, la anexión o enfrentamientos armados, que luego legitimó mediante la firma de concesiones y tratados.  De esta manera EE.UU. entró a dominar territorios como Luisiana, Tejas, Nuevo México, Alta California, Florida, Arizona, Nevada, UTA, etc.

Al comenzar el siglo XX Estados Unidos para consolidarse como potencia del capitalismo despliega sobre América Latina políticas como EL DESTINO MANIFIESTO (que originalmente había sido catalogado como un derecho que tenían las colonias inglesas sobre la provincia de América en la época de la colonia, para avanzar sobre los territorios indígenas, dada la supremacía de su raza, de sus ideas, de sus instituciones y de su cultura, según ellos. En 1845, el periodista John Luis Sullivan, esgrimiendo razones similares, justificó la expansión territorial y las ambiciones económicas de Estados Unidos sobre México y el caribe). También se implementó la DOCTRINA MONROE, promulgada por James Monroe en 1823 para condenar un eventual intento de intervención europea en América, porque “AMÉRICA ES PARA LOS AMERICANOS”.  Esta era una política clara que catalogaba a América Latina como zona de influencia para Estados Unidos.  LA POLITICA DEL GRAN GARROTE de Teodoro Roosevelt 1901-1909, fue una política que decía que Estados Unidos debía tener relaciones amistosas con América Latina, pero manteniendo sigilosamente el garrote para usarlo cuando las estrategias de la diplomacia no respondieran a sus propósitos; decía: “habla quedamente y lleva un buen garrote, y así llegarás muy lejos”; así EE.UU. intervino en los conflictos políticos de Cuba, Puerto Rico, Haití, Panamá, República Dominicana, Nicaragua.  También hizo parte de su estrategia LA DIPLOMACIA DEL DÓLAR durante el gobierno de William Taft, que consistió en fomentar y proteger su expansión económica y comercial en Centro América y el Caribe, alcanzando un total dominio a partir de cuantiosos préstamos bancarios concedidos a estas débiles repúblicas que quedaron bajo su control absoluto.

La política exterior de Estados Unidos sobre América Latina, no solo fue una política de librecambio comercial, sino que incluyó un control militar y político sobre los territorios, así desplazó el control que ejercía Europa sobre América, y pasaron a ser ellos, EE.UU. los que ejercieran un control total, para ello contaron con el beneplácito de la clase dominante de cada país.

Uno de los mecanismos más importantes adoptados por Norteamérica en el desarrollo de su política exterior sobre América Latina, lo marcó lo que se ha denominado como la PRIMERA ETAPA DE LA INTEGRACION AMERICANA a finales del siglo XIX; fue así como en 1889 el secretario de Estado de Estados Unidos convocó la Primera Conferencia Internacional de Estados Americanos, la cual se reunió en 1890 con la asistencia de 19 Estados, y conformaron lo que se conocería como LA UNION PANAMERICANA O PANAMERICANISMO. Se desarrollaron varias conferencias, en donde con mucha sutileza se hablaba de solidaridad interamericana, y cuyas directrices principales fueron la Doctrina Monroe, el Gran Garrote y la Diplomacia del dólar, con ellas se justificaron las intervenciones y las ocupaciones armadas (Cuba:1898, Panamá:1903, Nicaragua:1912, México: 1914, Haití:1915, República Dominicana:1916).

DEL GRAN GARROTE A LA BUENA VECINDAD: Con la crisis económica de 1929, el presidente de EE.UU. Franklin Delano Roosevelt (elegido en 1933, permaneció en el cargo hasta 1945) consideró que para la recuperación económica era necesario contar con la fidelidad de los países hispanos y de un manejo adecuado de su creciente nacionalismo, lo que plasmó en una política de New deal o Nuevo Tratado y la Buena Vecindad, que decían ellos, debía estar plagada de confianza, amistad y buena voluntad, como la de un buen vecino.

HACIA LA BÚSQUEDA DE LA PAZ Y LA SEGURIDAD CONTINENTAL: Con la terminación de la segunda Guerra Mundial, se da un replanteamiento en el proceso de integración americana. Una vez afianzada la hegemonía de EE.UU. en el campo militar, económico y financiero, no solamente se ocupó de la reconstrucción de Europa, sino que no se olvidó de América Latina, por eso se firmó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca TRIAR para el mantenimiento de la paz y la seguridad continental en 1947, y en 1948 se crea la OEA, Organización de Estados Americanos con el objetivo de afianzar la paz y la seguridad del continente, prevenir posibles conflictos, asegurar la solución pacífica de las controversias entre los Estados, organizar la acción solidaria en caso de agresión y procurar la solución de los problemas políticos, jurídico, económicos, sociales y culturales.  En un principio estos organismos tuvieron funcionalidad, pero después solo figuraron como una agencia más de EE.UU. que de los iberoamericanos.

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LA ORGANIZACION DEL TERRITORIO COLOMBIANO

Colombia es una república unitaria según la constitución nacional de 1991. Sin embargo posee una descentralización administrativa como parte de las políticas de desarrollo llevadas a cabo por el gobierno nacional, por medio de la cual gran parte de la administración del Estado se reparte entre las entidades administrativo-territoriales de menor nivel. Dichas entidades, de mayor a menor importancia, son los departamentos, municipios y territorios indígenas, que conforman así los diferentes niveles de organización territorial de la república.

Los Departamentos

Los departamentos son las unidades territoriales de primer nivel en Colombia. El país se divide administrativa y políticamente en 32 departamentos, los cuales son gobernados desde sus respectivas ciudades capitales. Los departamentos forman regiones geográficas, culturales y económicas. De acuerdo con el Artículo 298 de la Constitución Política de Colombia de 1991, es una entidad territorial que goza de autonomía para la administración de los asuntos seccionales y la planificación y promoción del desarrollo económico y social dentro de su territorio en los términos establecidos por la Constitución y las leyes.

Las Provincias

Provincia es el nombre genérico aplicado a algunas subdivisiones interinas de los departamentos (más de carácter histórico que jurídico) conformadas por agrupaciones municipales, y que reciben las denominaciones de provincias, distritos, regiones y subregiones, dependiendo de la entidad a la cual pertenecen. La mayoría de los departamentos colombianos presentan éste tipo de organización territorial.

Los Municipios

Los municipios corresponden al segundo nivel de división administrativa en Colombia, que mediante agrupación conforman los departamentos. Colombia posee 1.123 municipios registrados ante el DANE, que de acuerdo con el Artículo 311 de la Constitución Política de Colombia de 1991 y la Ley 136 de Junio 2 de 1994, es la entidad territorial fundamental de la división político-administrativa del Estado, con autonomía política, fiscal y administrativa dentro de los límites que le señalen la Constitución y las leyes de la República.

Los Distritos

Los distritos son entidades territoriales que tienen una o varias características que las destaca o diferencia de entre los municipios circundantes, como puede ser su importancia política, comercial, histórica, turística, cultural, industrial, ambiental, portuaria o fronteriza. De entre los 5 distritos existentes en Colombia, tan solo el Distrito Capital de Bogotá tiene el mismo nivel y categoría que un departamento.

Corregimientos departamentales

En algunos departamentos existe la figura de los corregimientos departamentales. Estos corresponden a un poblado y sus alrededores, los cuales no alcanzan la categoría de municipio. Los corregimientos departamentales se distinguen de los corregimientos corrientes en que no son jurisdicción de ningún municipio. Pueden ser elevados a municipios por las Asambleas Departamentales con el correspondiente visto bueno del Presidente de la República. Actualmente existen 20 corregimientos departamentales en todo el país.

Áreas metropolitanas

Un área metropolitana es, de acuerdo a la Ley 128 de 1994, una entidad administrativa, formada por un conjunto de dos o más municipios integrados alrededor de un municipio que sirve de núcleo o metrópoli, vinculados entre sí por estrechas relaciones de orden físico, económico y social, que para la programación y coordinación de su desarrollo y para la racional prestación de sus servicios públicos requiere una administración coordinada. En Colombia han sido configuradas y/o reconocidas unas 10 áreas metropolitanas.

Territorios indígenas

Los territorios indígenas son el tercer nivel de división administrativa en Colombia. Son áreas de régimen especial creados de común acuerdo entre el gobierno y las comunidades indígenas. En casos donde los territorios indígenas abarcan más de un departamento o municipio, los gobiernos locales administran de forma conjunta con los concejos indígenas dichos territorios, tal como está establecido en los artículos 329 y 330 de la Constitución de Colombia. Igualmente los territorios indígenas pueden llegar a tener carácter de entidad territorial cuando cumplen los requisitos de la ley.

Áreas urbanas y rurales

El núcleo fundamental de la administración colombiana es el municipio. Todos los municipios se dividen en dos zonas, de acuerdo a su aglomeración poblacional: la urbana y la rural, que origina a su vez diferentes tipos de subdivisiones municipales.

Las áreas urbanas

El área urbana de un municipio colombiano corresponde al conjunto de edificaciones y estructuras contiguas agrupadas en manzanas, las cuales están delimitadas por calles, carreras o avenidas. Dichas áreas cuentan por lo general con una dotación de servicios esenciales tales como acueducto, alcantarillado, energía eléctrica, hospitales y colegios, entre otros. En esta categoría están incluidas las ciudades capitales y las cabeceras municipales restantes.

Las comunas y los barrios

Con el nombre de comunas se denomina a una unidad administrativa de una ciudad media o principal del país que agrupa sectores o barrios determinados. La mayoría de las ciudades capitales de departamentos están divididas en comunas. Dichas comunas son creadas por los concejos municipales de cada ciudad, por los concejos distritales o los concejos metropolitanos de acuerdo a las propias necesidades de la población y el territorio que habitan. La creación de comunas tiene como fin la administración de los servicios que se brindan a una población urbana determinada.

Un barrio corresponde generalmente a una agrupación de viviendas delimitada por sus condiciones físicas, económicas o sociales. Es el nivel más básico de división urbana en Colombia.

Área rural

El área rural de un municipio se caracteriza por la disposición dispersa de viviendas y explotaciones agropecuarias existentes en ella. No cuenta con un trazado o nomenclatura de calles, carreteras, avenidas, y demás. Tampoco dispone, por lo general, de servicios públicos y otro tipo de facilidades propias de las áreas urbanas.

Corregimientos y veredas

En Colombia los corregimientos son poblaciones que no alcanzan el carácter de municipio, siendo su jurisdicción territorial supedita a un municipio o, en el caso de los corregimientos departamentales, a un departamento. El nombre de vereda le corresponde a la división territorial de cada corregimiento.

División política de Colombia

División política de Colombia

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LAS PALABRAS YA NO SIGNIFICAN LO QUE SON

Eduardo Galeano. "Bocas del Tiempo"


Según el diccionario de nuestro tiempo, las buenas acciones ya no son los nobles gestos del corazón, sino las acciones que cotizan bien en la bolsa, y la bolsa es el escenario donde ocurren las crisis de valores.El mercado ya no es el entrañable lugar donde uno compra fruta y verduras en el barrio.Ahora se llama Mercado a un terrible señor sin rostro, que dice ser eterno y nos vigila y nos castiga.Sus intérpretes anuncia: El Mercado está nervioso, y advieten: No hay que irritar al Mercado.Comunidad Internacional es el nombre de los grandes banqueros y de los jefes guerreros.Sus planes de ayuda venden salvavidas de plomo a los países que ellos ahogan y sus misiones de paz pacifican a los muertos.

En los Estados Unidos, el Ministerio de Ataques se llama Secretaría de Defensa, y se llaman bombardeos humanitarios sus diluvios de misiles contra el mundo.
En una pared, escrito por alguien, escrito por todos, leo: "A mí me duele la voz".

ALGUNAS CIFRAS DE LA CARTAGENA DEL SIGLO XVIII

Una crónica realizada en Cartagena en 1735 por Juan y Ulloa cuenta que todas las mujeres cartageneras fumaban tabaco, y que toda la población cartagenera estaba compuesta por negros y mulatos que se dedicaban a los oficios de mecánicos, lo que conocemos hoy en día como artesanos. Estos oficios los realizaban los negros y mulatos libres.

En Cartagena, a diferencia de todo el Caribe, en el siglo XVII, la gran mayoría de negros y mulatos (el 70%) eran libres.

En esa época, Cartagena era solamente lo que es el centro amurallado hoy día, compuesto por cuatro barrios que eran:

ö El barrio Santo Toribio (San Diego hoy en día)

ö San Sebastián

ö Las Mercedes

ö Santa Catalina

ö Y había un arrabal, una zona marginal, en la que la mayoría de la gente era pobre, pero libre a diferencia de lo que se cree, era el arrabal de Getsemaní, en donde casi todos, según cuenta el censo realizado en Cartagena entre 1778 y 1780, eran artesanos.

Getsemaní no fue barrio de esclavos, sino de muchos artesanos y tenderos que también eran considerados artesanos.

En 1780, cuenta el censo citado, había unos 1600 esclavos en toda Cartagena, de un total de aproximadamente 15.000 habitantes que tenía la ciudad.

En el siglo XIX a Cartagena, contrario a lo que pasaba en el Caribe, ya no hubo más entrada de esclavos, y un total de 17 lenguas diferentes se hablaba en Cartagena en el siglo XVII.